se precipitaron en nuestros cuerpos pero fuimos
nosotros
¡fuimos nosotros! los que tardamos en plasmar
plasmar todo el espanto que presentíamos normal
"cordial" en una atmósfera de miedo,
en una atmósfera de novela de miedo...
Ahora, ¿emerger?.
Emerger por unos instantes (del nudo de la trama)
sin poder salir del coche, sin poder logar correr
asemeja por momentos evadirse
evadirse de realidad para no usurpar, y conciliar el sueño
más que en un breve lapsus de atinada reflexión...
¡Facundo Cabral acribillado!
yo ya imaginaba quiénes estaban operando detrás
de todo esto:
detrás de este infierno y esta horrenda escena
no hace falta más que apelar al cartel de la droga en
Sudamérica,
el "club" Bielderber con influencias armamentísticas
y financieras;
"bendita sea la miseria en todo el mundo", con el
consentimiento de la Madre Teresa...
¡Sí!, no hace falta darse cuenta de los neonazis, de
cómo operan
pornografiándose junto a los niños por internet
y la transgénica Monsanto coptando a los pequeños
propietarios
para el monopolio mundial de los alimentos basura,
junto a Mac Donalds.
Pronto nos llegará un nuevo "año cero" para los
estúpidos,
para los lameculo insurrectos
y la muerte nos llegará, como corresponde
mirando televisión, a los treinta y cinco años...
Erwin Galliussi se presenta como Soberbio Narciso Kamchelsky, ya que es su máxima expresión DESPRENDIDA DE LOS CONDICIONAMIENTOS MATERIALES que tanto le molestan (levantarse todos los días a trabajar como un pajero, y toda esa mierda cotidiana...). Soberbio es para el mismo un ídolo, un objeto de divinización, UNA ILUSIÓN QUE SE MANIFIESTA EN LA REALIDAD, y a la que Erwin aspira (si le va bien, algún día su documento llevará su gloria...). Ha publicado en la Revista y el Blog de la Co-fradía del M.A.R. y recientemente junto con la Coopera-tiva Cultural “Cabayu Cuatia” de La Paz su obra prima “Persia, opúsculo filacteria”.
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